Oración
Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá.
Marcos, 11:24
La oración consiste en elevar el corazón a Dios. Cuando una persona ora, entra en una relación personal con Dios, en una relación de amistad con Dios.
Si tienes dudas sobre si estas Rezando bien: te vas a sorprender…La oración es la elevación del alma a Dios o la petición al Señor de bienes conformes a su voluntad. La oración es siempre un don de Dios que sale al encuentro del hombre. La oración cristiana es relación personal y viva de los hijos de Dios con su Padre infinitamente bueno, con su Hijo Jesucristo y con el Espíritu Santo, que habita en sus corazones.
Lo que de veras impulsa a las personas a orar es el deseo de Dios. Dios nos ha creado para El. Dios ha impreso en nosotros la necesidad de comunicarnos con El. Eso es la oración.
Aquéllos que no les gusta mucho la espiritualidad o el contacto con Dios, si les llega un momento de impotencia o angustia o soledad, es en esa situación cuando de manera casi natural y sin pensarlo mucho, claman a Dios.
No hay más que oír los testimonios de personas secuestradas, enfermos terminales, presos de manera injusta, etc. para darnos cuenta de cómo instintivamente buscaron a Dios.
Pero no hay que esperar estar en situaciones extremas para comunicarnos con Dios, porque Dios siempre está allí para quien quiera comunicarse con El.
A veces nos olvidamos de Dios. Vivimos como si Dios no existiera o no estuviera siempre con nosotros. Recordemos lo que aprendimos en la Primera Comunión: Dios está en todas partes. Y en todas partes significa también al lado nuestro.
Aunque neguemos a Dios o tratemos de evadirlo, El siempre está allí para nosotros. El nos busca antes de nosotros buscarlo a El. En eso consiste el don de la oración, en que Dios está siempre buscándonos.
Te sientes solo, no tienes con quien hablar. Y allí está Dios. El siempre está. El no se muda.
Estás en peligro y surge esa exclamación de impotencia, de ayuda. Y Dios está allí.
La oración es algo tan humano y tan necesario como comer, como respirar, como amar.
Todas las religiones y, de modo particular, toda la historia de la salvación, dan testimonio de este deseo de Dios por parte del hombre; pero es Dios quien primero e incesantemente atrae a todos al encuentro misterioso de la oración.
Padre Nuestro
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad en la tierra,
como en el cielo. Danos hoy nuestro
pan de cada día; perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden; no nos dejes caer
en la tentación, y líbranos del mal.
Credo de los Apóstoles
Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo,
Nuestro Señor, que fue concebido
por obra y gracia del Espíritu Santo,
nació de Santa María Virgen,
padeció bajo el poder de Poncio Pilato
fue crucificado, muerto y sepultado,
descendió a los infiernos,
al tercer día resucitó de entre los muertos,
subió a los cielos y está sentado a la
derecha de Dios, Padre todopoderoso.
Desde allí ha de venir a juzgar
a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo,
la santa Iglesia, Católica, la comunión
de los santos, el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne,y la vida eterna.
Amén.
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Credo Largo
Padre Todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra,
de todo lo visible y lo invisible.
Creo en un solo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios,
nacido del Padre antes de todos los
siglos: Dios de Dios, Luz de Luz,
Dios verdadero de Dios verdadero,
engendrado, no creado,
de la misma naturaleza del Padre,
por quien todo fue hecho
que por nosotros, los hombres, y
por nuestra salvación bajó del cielo,
y por obra del Espíritu Santo se
encarnó de María, la Virgen, y se
hizo hombre; y por nuestra causa
fue crucificado en tiempos de Poncio
Pilato; padeció y fue sepultado,
y resucitó al tercer día, según las
Escrituras, y subió al cielo,
y está sentado a la derecha del Padre;
y de nuevo vendrá con gloria para
juzgar a vivos y muertos, y su reino
no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo,
Señor y dador de vida, que procede
del Padre y del Hijo, que con
el Padre y el Hijo recibe una misma
adoración y gloria, y que habló
por los profetas. Creo en la Iglesia,
que es una, santa, Católica y apostólica.
Confieso que hay un solo Bautismo
para el perdón de los pecados.
Espero la resurrección de los muertos
y la vida del mundo futuro.
Amén.
Grupo Santa Mónica
Te damos gracias por nuestros hijos, ellos son un regalo divino. Ayúdanos Señor, para que siempre recordemos esto, especialmente cuando estén en dificultades.
Señor, ellos viven en un mundo agitado, un mundo que no siempre Te reconoce, un mundo que a veces se burla de ellos, si admiten creer en Ti.
Ayúdalos a ser fuertes, Señor. Ayúdanos a reconocer que Tu siempre estas con nosotros, compartiendo nuestras alegrías y nuestras penas; riendo con nosotras cuando estamos alegres, y llorando con nosotras en nuestro dolor.
Señor, te rogamos nos concedas todas las gracias que necesitamos para poder lograr tus planes en nuestras vidas, así como nuestras obligaciones hacia nuestras familias.
Tú eres Dios Todopoderoso; Tú puedes cambiar las cosas.
Por eso venimos a Ti con fé y amor, sabiendo que darás respuesta a nuestras oraciones. Señor, permítenos recordar siempre lo mucho que nos amas y amas a nuestros hijos, y como te urge a que vengamos a Ti con nuestros problemas.
Amen